Historias de mi madre

Mi cuñado en la isla francesa era el primero a irse de la isla para unirse a las fuerzas ingleses, en su caso la “R.A.F.” Se hizo navegador en vez de piloto…

Cuando a mi hija alguien le regaló un perrillo, que llamó Oscar, se extasía, por teléfono, con ese pequeño bulto tan precioso, según ella, para comérselo. Unos meses más tarde, cuando encontré…

Una estancia reciente en San Francisco me recordó el terremoto de 1989. Cuando al fin mi hermana logró telefonearme desde allá, la interrogué de cerca. ¿ Donde estaba cuando el terremoto tuvo…

Si dono dinero a una sociedad benéfica, esa sociedad a veces vende mis señas y, por eso, mi buzón rebosa de cuestaciones viniendo de otras benéficas. En tiendas de comestibles y en…

El médico, un hombre muy brusco, muy gruñón, y muy en contra de las caesáreas, insistía cada vez que me examinaba que el bebé pasaría tan fácilmente como “un bulto en el…

“No digas a tu padre cuanto he pagado por esto”, solía decirme mi madre. Lo he oído montones de veces. Sin duda era sobre todo para no escandalizarle, pero creo que había…

Cuando Abraham Lincoln era joven y muy pobre abogado, sus colegas le pidieron que contribuara dinero para ayudar a otro abogado tan pobre que se veía el trasero a través de sus…

Sólo tenía tres años cuando nos fuimos de la finca de mis abuelos. Dada mi edad, ni siquiera conocía la locución pero sabía que mis padres me quitaban un “paraíso terrenal”. En…

Según la escritora Erma Bombek, cuando cenaba con su marido en un restaurante, a veces no podían encontrar asuntos de conversación. Para ocultar ese hecho a los otros comensales solía contar a…

Se sabe que hacer compras en París es la mayor ilusión de muchas mujeres. Así, un día en esa ciudad, una amiga mía salió resueltemente para realizar su sueño dorado. Entre paréntesis,…