Según un artículo que acabo de leer en el periódico, cortes de pelos asimétricos estarán de moda esta primavera. Esta noticia me hizo pensar en un peluquero en San Francisco que se había quejado de que mi corte de pelos era asimétrico. “No es fácil trabajar con asimetría, ” me dijo. La verdad es que trabajaba con una resaca porque había demasiado levantado el codo la noche anterior. No dije nada (por una vez), pero le deje una propina muy simétrica, muy redonda : es decir, cero.
Pues pensé en otros peluqueros en otros lugares. En la isla francesa donde viví mucho tiempo, la simetría reinaba. A pesar de su edad o su cara, cada mujer salía de la peluquería con el mismo peinado. El peluquero hacía un trabajo en cadena digno de Henry Ford él mismo. Quizás era por eso que siempre buscaba un peinado un poco original cuando estaba de viaje.
Sin embargo, no quería uno tan original como el que me hizo en la ciudad de México. Al entrar en la peluquería del hotel, me había fijado en algunas mujeres con los pies en cubos de agua, y con el aire cansado. Una hora más tarde, mi hermana y yo teníamos los pelos tan altos y tan fantásticos que nos parecíamos a las mujeres que había notado antes, y cuya profesión de repente adiviné. (Eran de la noche.)
¿ Y los peluqueros en la Ciudad de Luz ? Pues, dicen que el francés sueña con una pequeña mujer que le acomodará pequeños platos en un pequeño hogar. En todo caso, una vez un peluquero francés me propuso un “pequeño” corte de pelos, pues una “pequeña” permanente, pues un “pequeño” colorado. Me contenté con un pequeño peinado que resultó muy banal, pero para no desanimarle, le deje una pequeña propina.
Esta primavera voy a pasar una semana en Londres. Parece que esta ciudad es muy “hot” y muy “happening” en este momento. Sin duda hay buenos peluqueros por allá. Hay que vivir con la esperanza. Pero si estoy decepionada otra vez, se queda todavía una solución : un corte de pelos a lo Ann Boleyn.