Los gansos canadienses hacen escala en Missassauga para mudar. También, según un anunciador pudibundo en la televisión, “El ganso canadiense va a los retratos cada onze minutos”. Ojalá se serviaron de retratos pensaba, tratando de quitar raspando su guano de mis zapatos. Estaba en un parque en Mississauga, durante la intermisión de una producción maravillosa de Noche de Reyes de Shakespeare. Estaba acompañada, de mala gana, por mi hijo, que no quería venir, pretexando la distancia y la posibilidad que llovería. Pero yo me había burlado de él : “No se trata, hijo, de un safari a africa, sino un viaje a Mississauga.” Pues tomó su casco y su rifle de cazador… No, tomó el tren conmigo.
Una luna anaranjada acababa de aparecer, habían tocado las trompetas. Regresábamos con entusiasmo a nuestros asientos (“ya te lo décia, hijo”), pero no por mucho tiempo, porque al ponerse el sol, milliones de insectos habían salido de un pequeño arroyo. Nos asaltaban por todas partes, sobre todo los ojos, la nariz, y la boca. El director de escena tuvo que anular la presentación porque los actores tragaban bichos cada vez que abrían la boca. (“Te lo decía, madre”.) Los gansos, que en teoriá comen la larva de los insectos, no habían servido para nada a lo que parece.
Al día siguiente, una mujer me telefoneó de Mississauga, para saber qué día podríamos volver al parque. Le dije que no era posible volver este año. Y cuando dijo que esparaba vernos el año próximo, respondí que el año próximo pensaba hacer un viaje menos agitado – un safari a Africa.
Buena historia en verdad, ¿es veridica? O salio de la mente de alguien, de cualquier forma, me parece una bonita redaccion.
Un saludo desde http://lunare.wordpress.com/ ojala pueda pasar a dejar un comentario en mi blog, gracias de antemano.
Mi castellano no esta muy bueno, no como el de mi madre. Pero puede decir que este historia es la verdad, me recuerdo como fue ayer.
Gracias para tu comentario y saludo también.